Los peligros del abuso de pantallas en niños y jóvenes

“Menos tiempo delante de las pantallas, más tiempo dedicados al juego y al ejercicio físico”. Una proclama llena de sentido común que es, sin embargo, una llamada necesaria de la Organización Mundial de la Salud en sus recomendaciones para niños y adolescentes de cara “a construir hábitos saludables desde la infancia” toda vez que la obesidad en menores supera ya el 30% en muchos países desarrollados.

Desde hace varios años, numerosos estudios demuestran el efecto nocivo del abuso de pantallas (TV, móviles, tablets, monitores de ordenador…) en niños y adolescentes. En septiembre de 2018, un estudio longitudinal publicado en ‘The Lancet’ constataba que aquellos que pasabas más de dos horas diarias delante de la pantalla sufrían en sus capacidades cognitivas y de aprendizaje.

Además, como nos indica la pediatra María Elena Noya Beiroa, integrante de nuestro equipo en TodoSaúde, el abuso de dispositivos con pantallas puede convertir a los niños o adolescentes en individuos aislados de su entorno en un momento en el que las relaciones personales son enriquecedoras y fundamentales.

Problemas de vista relacionados con las pantallas
Al igual que ocurre en adultos, los estudios también señalan los peligros que las pantallas suponen para la vista de niños y jóvenes. A corto plazo, el abuso se traduce en fatiga ocultar. A medio plazo, es habitual desarrollar problemas más serios de picores, enrojecimiento, visión temblorosa, o dolores frecuentes de cabeza. Y a largo, se observa un aumento preocupante de la miopía en menores y adultos jóvenes.

Por ello, algunos consejos a seguir serían:

– No prohibir, pero sí favorecer tiempos de uso cortos, alternando con otras actividades, a ser posible en exteriores.
– Realizar pausas regulares después de 30 minutos ante una pantalla.
– Mantener la pantalla a una distancia razonable de al menos 20 cm en el caso del móvil, más si se trata de TV o monitor de ordenador.
– Procurar que la sala esté bien iluminada
– Reducir y preferiblemente eliminar el uso de pantallas en dormitorios.
– Vigilar que se cumpla con el uso de gafas o lentillas cuando así lo tengamos prescrito.

Cuidar la salud mental infantil y juvenil

En su justa medida, las pantallas y redes permiten establecer y fortalecer lazos sociales impensables hace unos años. Como todo, el problema está en el uso indiscriminado que, en esta caso concreto, puede provocar la aparición de cuadros obsesivo-compulsivos, tal como nos comenta nuestra pediatra. Debemos sospechar de esta de esta situación cuando aparecen cambios de conducta y carácter, conflictos con personas cercanas y dificultades en las relaciones sociales o en la manera de afrontar el disfrute de la vida y el aburrimiento.

En la adolescencia, debemos cuidar además el riesgo de bullying y situaciones de ciberacoso que se dan más fácilmente a través del teléfonos móviles, redes sociales y programas de mensajería.

La adopción de rutinas saludables es compleja, más cuando hablamos de las primeras generación 100% nativas digitales. Por eso es importante consultar con un especialista en pediatría cuando observemos síntomas preocupantes. Sin alarmismos, pero sí con la atención necesaria para evitar y atajar cualquier problema.

Recordad que en Clínica TodoSaúde tenemos a vuestra disposición atención pediátrica de la mano de nuestra especialista María Elena Noya Beiroa para orientaros y ayudaros con cualquier duda sobre la salud de nuestros hijos y hijas. ¡No dudéis en contactar con nosotros!

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